biberon

El pecho de mamá se parece cada vez más a las espinacas de Popeye o a la marmita de poción mágica en la que cayó de pequeño el singular Obelix. Ya he acreditado desde estas páginas mi posición a favor de la lactancia materna desde diferentes enfoques —la mía y la de la OMS que la recomienda al menos hasta los dos años como mínimo—. Entre sus beneficios es bien conocido que reduce infecciones, problemas gástricos, alergias y la posibilidad de desarrollar obesidad, hipertensión y diabetes, es decir, en general los niños amamantados son más sanos. ¿Y si les digo que además serán más inteligentes?

Tras décadas convenciendo a la mujeres para que compatibilicen sus inquietudes laborales con la vida familiar a costa de ceder el cuidado de sus bebés a otras personas, ahora resulta que amamantar a nuestros hijos eleva su cociente intelectual y mejora su rendimiento académico. Estos son los impactantes resultados del estudio publicado por científicos de la Universidad de Brown en la revista NeuroimagenSeguir leyendo