Los aficionados a las películas y series de suspense saben bien que huesos y dientes son un buen hilo para tirar de la madeja y desentrañar los crímenes. En Paleontología en particular y en todas las disciplinas que estudian la prehistoria en general, resultan vitales.
Y no solo para la datación, sino porque estos fósiles contienen innumerable información que permite reconstruir con altos grados de fiabilidad lo que ocurría hace miles de millones de años. Nuestras líneas de hoy no llegan quizá tan lejos, pero sí hacemos un viaje en el tiempo de un puñado de años.
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